Las castas blancas son todavía predominantes en el viñedo de El Cabo, alcanzando el 80% de la superficie plantada. En términos de calidad, la sauvignon blanc produce excelentes vinos, muy originales y de gran personalidad. La ubicua chardonnay se adapta bien a este terruño y ofrece vinos con buen equilibrio. Encontramos también buenos ejemplos de chenin blanc y de sémillon, junto con plantaciones de colombard y otras castas blancas de menor entidad. A las plantaciones tradicionales de la doméstica pinotage, cruce de pinot noir y cinsault, y a las realizadas en la década de los 70 de cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc, se unen ahora las castas específicas del Médoc, como el malbec y el petit verdot. Pero son las variedades del Ródano y del Mediterráneo las que reciben la mayor atención por parte de los dinámicos viticultores sudafricanos, siendo la syrah, la garnacha y la monastrell las variedades más plantadas en la actualidad.